Desde el lunes 1 de julio, rige la nueva reglamentación de la Ley de Receta Electrónica, acelerada por el DNU presentado en diciembre, que obliga a la digitalización de todas las prescripciones médicas, estudios y prácticas de salud, tradicionalmente realizados en papel.
El Decreto 345/2024 establece que todas las recetas médicas, órdenes de estudios y demás indicaciones de salud deben ser emitidas digitalmente. Se contempla un período de adecuación de 180 días para el registro de las plataformas digitales necesarias. Este cambio busca modernizar el sistema de salud, mejorar la auditoría, reducir fraudes y costos de transacción, aunque el Instituto de Política, Economía y Gestión en Salud (Ipegsa) señala que cumplir con estos plazos podría ser difícil debido a las brechas informáticas y la necesidad de adecuar los sistemas hospitalarios.
Adicionalmente, el decreto modifica la Ley 25.649, que desde 2002 obligaba a prescribir medicamentos por nombre genérico, permitiendo la sugerencia opcional de una marca comercial por parte del profesional de salud. Originalmente, la nueva normativa estipulaba que las recetas sólo debían incluir el nombre genérico. Sin embargo, tras una revisión, se ha permitido nuevamente sugerir marcas comerciales, siempre que el farmacéutico pueda sustituir el medicamento por uno similar de menor precio si así lo solicita el consumidor.
Durante el período de implementación de la receta electrónica, los profesionales sin recetarios electrónicos podrán seguir utilizando recetas en papel. Aquellos que ya usan sistemas digitales pueden continuar haciéndolo mientras registran sus plataformas en el ReNaPDiS. En zonas sin conectividad a Internet, se permitirá la prescripción manuscrita, y se contemplarán soportes alternativos para contingencias tecnológicas, asegurando que el acceso a la salud no se vea comprometido.
La validación de las recetas electrónicas se realizará a través de plataformas que verifiquen que los profesionales de salud estén inscriptos en la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA). Cualquier profesional puede ser consultado en el SISA para confirmar su habilitación. Si un profesional no se encuentra en el REFEPS, es necesario contactar a la autoridad sanitaria correspondiente para verificar su situación.
Finalmente, la receta electrónica no sólo busca digitalizar las prescripciones, sino también mejorar la calidad de la atención médica. El Diccionario Nacional de Medicamentos proveerá herramientas para tomar mejores decisiones de tratamiento, y cada receta estará identificada con un código único que garantizará su seguridad y eficiencia. Además, se resguardará la identidad y la información personal de los pacientes, mejorando la calidad y la eficiencia de los servicios de salud en todo el país.